lunes, 13 de marzo de 2017

Cuarto milenio

Queridos..amigos..de..Pirineo..total;

Cosas inexplicables que ocurrieron en Febrero;
Mi buen amigo Iker Jimenez prepara un programa en directo desde Panticosa. La nave del misterio parece que va a navegar en nuestras montañas ante los insólitos hechos que acontecen en la estación conocida como la “Joya del Pirineo” o “La pequeña Suiza” o “El valle encantador más parecido a Aspen de los Pirineos” o (..)
El misterio empieza no muy lejos de la escuela; a unos escasos metros de ella. En ese punto se yergue una pequeña cabaña de madera que dicen (tal y cual) se encuentra encantada. Parece ser que hace mucho tiempo, se disparaba desde ella contra la montaña de la bandera para tirar avalanchas. No está muy claro su verdadera función o si esto es real. En cualquier caso esto sería cuando Klaus era auxiliar y se esquiaba con cantos de bronce. Hay esquiadores que aseguran escuchar voces y otros juran ver espectros de cursillistas merodeando la cabaña. Tras arduas investigaciones lo que si se ha constatado es que hay un punto en la caseta donde la nieve se deshace inexplicablemente rápido. Independientemente del frío o de la nieve que caiga, en esa esquina maldita, la nieve desaparece súbitamente. Se analizaron las corrientes de aire, la posibilidad de un sima que conduzca calor y otras posibilidades geotermales de la zona dando negativo todas ellas. Puede que en tiempos remotos allí se erigiese un altar neolítico y haya sido un lugar de culto para deslizadores desde entonces según el doctor Mac kintons del CETI. Puede existir en ese punto una zona telúrica que haga que la energía aflore a la superficie y funda la nieve pero a ciencia cierta se trata de un misterio hasta ahora. Ayer fui al punto ese a mear y pude constatar que la nieve se había fundido y entendí porque el equipo de investigación tardó tan poco tiempo en acabar con sus pruebas; un olor nauseabundo. Casualidad?  No lo creo..
Otro de los misterios fue el milagroso suceso que aconteció en la montaña de Mandilar. Uno de nuestros monitores se encontraba allí disfrutando de un momento de tiempo libre cuando lo inexplicable lo golpeó. Fuentes cercanas al monitor que fueron testigos presenciales corroboran las palabras de la víctima. Tras analizar las declaraciones del profesor y los testigos, todo apunta a una abducción. “Estaba esquiando en una pala que tiene una orientación (…) la hora sería exactamente las 15.37 porque me acuerdo perfectamente que (…). Llevaba unos esquíes ideales para la práctica de ese tipo de nieves (…) ya que tienen unas cotas (…) y además por su inclinación y morfología (..) que si le añadimos que (…)” dijo el protagonista de lo insólito. Esto entre muchos más tecnicismos que una persona de su entorno nos sintetizó más tarde y mucho más rápido para un formato de noticia como este. “Una pala pendiente y soleada en una hora que la nieve se estaba transformando rápidamente en pesada. Si, las 3 de la tarde aproximadamente.”
Preguntado por el hecho en sí, la víctima, utilizando un lenguaje taurino para simplificarnos su florida y ultra-técnica verborrea nos lo describió así: “(…) acabada esa curva, comienzo la siguiente. La hago (…) porque las circunstancias (…) y además es mi costumbre (…) ya que (..) y teniendo en cuanta la sensación de la nieve(…) ya a mitad de la curva sentí que…las curvas quiero explicar…que (…). En la fase de conducción, todavía sin llegar a máxima pendiente porque (…)”. Sería muy largo de contar aquí y tendríamos que hacer entrega por fascículos si quisiésemos plasmar las palabras del interesado en su totalidad. El párrafo anterior es un pormenorizado relato de medio giro en la pala de los sucesos que una persona de su entorno nos sintetizó más tarde y mucho más rápido utilizando su lenguaje: El “menda” comenzó a bajar y en el primer giro soltó una colada que siguió su curso lentamente por la pendiente. El “prenda” siguió esquiando sin darse cuenta que lo que seguía bajando era cada vez más grande. Tan extasiado estaba en su faena que sus trayectorias se cruzaron en un momento de la pendiente sorprendiendo a propios (el “nota”) y extraños (personas de su entorno y testigos). El “capeador” oyó un bufido enorme y un estruendo tremendo como un vitorino. La gran mole empitonó (a las 3 de la tarde) y revolcó al “niño de la pala” con toda su bravura. Una cornada tras otra sufrió el “matador” hasta que paró ese bragado y zaíno morlaco de la ganadería de aramon. Más cornadas dan los cursillistas diría después el interesado. El silencio se adueñó de la plaza (pala perdón) y la sombra de lo insólito se cernió sobre el tendido. Durante unos segundos el torero desapareció; una puerta a otra dimensión, marcianos abduciendo al maestro?. De repente un murmullo lejano y más tarde un verbo florido para pasar a la visión de una figura de largos miembros y oscura faz. Un humanoide de otra dimensión? No. El maestro resurgiendo de lo insólito que lo enmudeció por unos segundos. Coincidencia? No lo creo. La nave del misterio pudo demostrar que el portal interestelar no devolvió todo lo que se tragó; se había cobrado unos esquíes.
Desde Cuarto milenio, para Pirineo total; Rustav Cristiania.  


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