miércoles, 30 de marzo de 2016

Cronica de un día de Marzo



Queridos…amigos..de..Pirineo..total;
Ya se acaba la temporada en nuestras alegres montañas. Febrero pasó sin pena ni gloría en cuanto a nieve. Hubo nieve de pescadería, nieve primavera, nieve marrón, nieve pasta, nieve mármol, nieve low cost y 3 días de polvo dura.  Luego vino Marzo y pasó en un suspiro de arduo trabajar  y bajadas comprimidas. Al final el invierno llegó y Marzo fue Enero, Febrero se quedó en su primera mitad como un Marzo tardío y finalizó como un Enero suave. Se acaba una temporada veraniega en que no hemos visto marmotas y hemos alternado la estación entre el verde, gris y blanco al final. El tiempo está loco….

“Mes Santo”
Dejé mi Valladolid natal en busca de unas vacaciones de Semana Santa diferentes. Llené el monovolumen de maletas, trastos y críos y mi mujer se encargó de guiarme hasta las lejanas montañas de Aragón. Grandes y altas se veían las montañas desde un cercano puerto ya casi llegando en procesión desde Huesca. Y justo cuando la melancolía de mi tierra y de las procesiones que iba a perderme este año, la mía llegó a destino; Orgasmon Formigal –Panticosa. Valle de Tena. No sé cuántos valles y km esquiables del tirón.
Entré por el sector más cercano al hotel dónde me hospedaba, Pandicosa o Tetrosos se llamaba. Allí se accedía por una telecabina que cruzaba un rio y subía por un bosque con unas vistas fantásticas. Los niños (Rodrigo, Ruiz y Vivar) saltaban y gritaban alegremente amenazando al resto con pincharles con sus bastoncitos. 5 bastonazos más y 3 cortes en la cara llegamos a l final del huevo. Gracias a Dios porque si no me cargo uno…
Menos mal que ahora me libraba de ellos unas horas dejándolos en cursillo.  “Hola amable profesor. El cursillo para estos nenes?” – Pregunto. Su sonrisa cálida me da la bienvenida antes de (tras varios vivas) indicarme una bandera y excusarse porque ha de ir a una inexcusable cita que tiene diaria. Llego a la bandera citada y arrojo al suelo 5 pares de skis, 13 palos (no me preguntes ya sé que no salen las cuentas) todos de diferente color, 5 cascos (uno se me va por la cuesta) y 2 mochilas antes de que la marabunta de mis nenes lleguen. 9,30 y ya estoy peor que si me hubiese quedado en mi Valladolid natal de costalero. Mi señora (Doña Jimena) equipa a los nenes mientras van llegando en tropel más y más gente. Y en un momento me encuentro rodeado de gritos, llantos, gente que se pega por un espacio, bastón, casco, por un monitor para preguntar (..)
En ese momento veo una fila de profesores subir arrastrando tablas y pies con un fervor que parece están sufriendo de verdad. No sabía que eran tan devotos en Aramon..No veo ningún Cristo de los esquiadores pero si veo algo parecido al Ecce homo con barbas,  rostro crispado de dolor y manos en doliente espalda.  No lo puedo evitar y canto una saeta. Nadie me aplaude la verdad, pero uno de ellos me mira con agradecimiento. Por lo visto nadie puede hablar pero este le comenta a un compañero que seguro que le toca a él.
Aparece un profesor  con cientos de papeles y comienza a dar órdenes. “Los mayores de 10 con cuña y azules fluidas a la derecha. Menores de 6, ojos azules y neófitos a la izqda.. A ver..neonatos con flequillo y querubines…banderas 1 y 2 (..)” Me acerco y le pregunto si mi Rodrigo que es moreno aun teniendo los pies cavos ha de ir a la dere. “¿Cuña y gira?” me dice. Le respondo que va al baño solo aunque tenga que ir recto. En ese momento decenas de madres y padres se abalanzan sobre él y varios compañeros suyos logran rescatarlo y meterlo en la escuela salvándolo en el último momento.
De repente hay movimiento y primero a decenas y luego a cientos, los grupos de niños, madres, padres, turistas, orcos o una ingente amalgama de deslizantes, parten arropados por profesores estratégicamente colocados pastoreando esa masa. Nos quedamos unos pocos en lo que antes era multitudinaria meseta mirándonos sin saber qué hacer. Al lado de mi hay un profesor mirando al infinito. Esta abstraído o aliviado. No le dura mucho. Un señor se acerca y agarrándole la manga le increpa que cambie de grupo a su hijo. El profe le dice que están haciendo todo lo posible, que todo saldrá bien, que no se preocupe, que está en buenas manos, que ahora solo queda que rezar y tener esperanza y que sobre todo, su hijo no está en un grupo todavía para que lo cambien.  El señor, ya más tranquilo, le dice que lo hace por costumbre y para ensayar para luego.
Sale una profesora de la escuela. El monitor increpado la llama y le dice que vuelva a ensayar con ella al señor. Repite la escena. Esta vez le sale mejor y hasta la profe muy bien hablada le felicita.
Bueno ahora solo queda contratar una clase para Doña Jimena (mi señora) y yo. Nos acercamos a una ventanilla de la escuela y decimos que queremos comprar un monitor. La señora de la ventanilla nos dice que muy bien pero que salen caros. Es mejor alquilar clases y si estamos contentos pues ya …si eso, lo compras. Como tenemos espacio en casa allí en mi Valladolid (que lejos está ayyy) nos lo pensaremos.
Una hora o dos horitas, preguntan. 2 para ahora?, contesto yo. La señora se ríe bastante y nos dice que a partir de la 5 y en seco puede ser. Acepto aunque los niños acaban antes y como no sabemos nada …La señora recibe una llamada y me dice que acaba de quedar libre un monitor. Yo digo rápidamente que lo compro. Puedo hasta elegir entre el monitor x y el monitor y. Qué nervios, no se cual. Jimena (mi esposa) dice que el x y yo no soy de discutir. Nos quedamos el monitor x!!
Corremos a ponernos los esquíes y prepararnos para cuando salga el monitor. Mis esquíes son diferentes, uno acaba en recto y otro en redondito y los de mi mujer son de diferente color y medida, me aprietan las botas y noto el pulso en el dedo gordo pero no las soltaré porque: 1 me han dicho que tienen que apretar mucho o se me romperá el astrogordo lateral mediano y 2 los ganchos quedan al interior de mis pies y es muy difícil aflojar.
Sale el monitor. Arrastra la pierna de madera, tiene un parche en el ojo, barba de una semana y parece cansado, infinitamente cansado. Mi Jimena (que es mi señora) le pregunta si nos va a llevar a las negras que es nuestro primer día.

martes, 15 de marzo de 2016

Gran día...gran día



Queridos..amigos..de..Pirineo..total;
Hoy es un martes 15 de Marzo. Parecería  un día anodino de  temporada mirándolo en el calendario. Nada especial en apariencia; San Bartolo Neoapostol en el santoral y con casi la primavera encima por fechas. Martes, ni fú ni fá. Pero hoy es un día especial. Hoy ha sido un gran día (me temo que para todos y luego lo entenderéis) porque es el primer día en 2 meses y 4 días  que no me he puesto las botas de esquiar. Y hoy es el primer día en toda la temporada que no tengo que madrugar para subir a currar. Y además, ha seguido nevando y arriba, han abierto hasta Sabocos. Es o no un gran día? Incluso para todos los que han subido a currar habrá sido un grande. Si esto no hubiese sucedido hubiese mandado whatsup desayunando, tirado con los pies al aire para dar envidia y como escarnio de mis compañeros. Pero la maldad no siempre te llena como uno quiere y he tenido que esconderme y bloquear el teléfono para que nadie me mandase imágenes, videos y mierdas tipo: “Ala chavaaal “como leyenda de una foto de una nube tragándose a alguien. Cabrones…Elegí un mal día para descansar. Elegí un mal día para dejar de fumar. Elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento (..)

“Dragón perdido”
Lo sabía. Sabía que si me cogía fiesta hoy tendría que tragarme esto. Pensaba que ocurriría exactamente lo que ha pasado. Seguiría nevando esta noche y a la mañana, el sol invictus se abriría paso entre el mar de nubes para iluminar la gran obra de Klaus. Incluso han abierto Sabocos hoy que contaba estaría cerrado por peligro de avalanchas, rayos ultravioletas o alguna cosa así. Eso ha dolido más de lo que esperaba pero….tenía un plan.
Sabía que al levantarme esta mañana miraría por la ventana, telefonearía arriba a algún confidente y me retractaría. Se me olvidarían mis largos días de tortura ininterrumpida de pies, fatiga mental y cansancio muscular (rodilleríl más concretamente) y subiría a esquiar a Panti o a Formi si encontrase alguien libre. No es la primera vez que me ha pasado…incluido cierre de estación una vez arriba.
Así que me bajé esquiando hasta el coche ayer para que mis botas hoy durmieran en el lúgubre y frio garaje y esta mañana fueran una amenaza. Cuando me he levantado me he puesto el café delante de un contraventano cerrado a cal y canto. No llames, no mires, no dejes de pensar en la lista de ayer, no olvides que sería el día de la marmota aún con nieve y dragones, no lo hagas.. me repetía como un mantra.
Café y cigarro mientras miro twitter pero no sé cómo me salta el parte de nieve de Orgasmon y tengo que abrir el balcón y mirar las montañas blancas e inmaculadas bañadas por la tenue luz matinal. Puta suerte y mísera fiesta…Mi gozo en un oscuro lúgubre hondo y mierdoso pozo de envidia. Llamaré a alguien pero no de los motivados ciclados y yonkarras de la nieve. Llamaré a uno de los serenos y equilibrados. Me confirma mis temores y cuelgo en un mar de dudas.
Fregaré vajilla, pondré lavadoras y me pondré palillos debajo de las uñas para aguantar el tirón entretenido. Me relajo un poco y ya más sereno pienso en que ayer ya cumplí con Klaus, en los dolores y molestias que empañaron esa comunión con la deidad y toda esa mierda de la disonancia cognitiva. Pensé en que ayer estaba mirando lo mismo desayunando con el teléfono en la mano pensando una excusa para quedarme en casa. Rompe la rutina. Sé fuerte. Es lo mejor para ti…
Suena el teléfono. Empiezo a sudar. Una voz me pregunta si subo a Formi y me describe el día (espectacular, nevadón, sol, polvo, frío, increíble…) mientras yo relajo la mente y con todo el autocontrol que me queda le relato lo bien y seguro de mí mismo que estoy aquí. Cuelgo el teléfono y sin mirar atrás me pongo ropa de bici abrigada y salgo de una impoluta casa rumbo a un pedaleo terapéutico que no me deje pensar. Y no miraré arriba. Solo miraré raíces resbaladizas, piedras frenadoras, barros anti-tracción y ramas peligrosas.
Lo dicho; un gran día. Agridulce, pero gran día.  

jueves, 10 de marzo de 2016

Crónica de un día enorme



Queridos…amigos..de..Pirineo..total;
Tengo una vida y no puedo (o no quiero escribir debido a los sinsabores de esta temporada) en este espacio de sabiduría asiduamente. Y cómo no veo que me donéis nada tampoco me siento obligado a hacerlo. Pero no quiero empezar con resquemor una crónica de un día como el de hoy. Aunque seáis unos ingratos. Si desconocidos amiguitos ; ha nevado y hoy nos hemos encontrado una estación bonita, blanca, redondeada y desconocida esta temporada. Parece que al final Klaus nos ha regalado este día que nos veníamos mereciendo hace unos meses ya. Al final los sacrificios de cursillistas ha merecido la pena…

“El día de la temporada”
Según el gourmet de la nieve, la caída la pasada noche se ajusta a nieve polvo sin llegar a ser su calidad de las mejores. Parece que su textura no acaba de ser del todo suelta y esto puede ser motivado por, o bien un ligero viento durante su asentamiento o bien por una exagerada carga de agua en su composición.  Nieve buena en general para todo tipo de deslizantes (surferos, orcos, zombies, esquiadores..) pero enmascarada en cualquier caso por el poco espesor.
Claro que hoy nadie pensaba en eso cuando esquiaba. Hoy era el día de la temporada. Todo estaba cubierto de esta nieve polvo y fría que de nuevo nos permitía sentir el aliento de ese dragón añorado durante tanto tiempo. Locura inicial antes de las clases para arrebatar a tanto orco un pedacito de ese cielo ingrávido. Si eso es ansiedad. Y una ansiedad de muchos Tomeles hablando con propiedad. Hoy creo que todos hemos olvidado firmar pero ….hoy merecía la pena faltar al deber para y con la empresa. Hoy el deber era con Klaus. Santificar sus dones en medio de una nube de polvo blanco. Y hoy no era consumo propio, hoy era tráfico. Tráfico, ansiedad, gula, ausencia de orden y sobre todo placer. Un orgasmo entre clases, un  correr poniéndote arvas, espalderas, cascos, música y esquiar como un “cibor” lleno de cables que se enganchan por todos los sitios.
Hoy no había amigos. Hoy no se esperaba a nadie. Tienes clase…mala suerte; mejor tu que yo. Hoy solo buscabas la compañía de la pendiente confiando en haber elegido una buena línea y que no te encontrases tiburones. Tras tantas plagas: viento, humedad, calor, nieve roja, langostas, zombies, prohibiciones, lluvias, café adulterado, mármol (..) hoy ha sido el día.
Y allí estaba yo con todo preparado. El sol bañando ese manto nival inmaculado y solo teniendo que empujarme un poco hacia la pendiente. Las tablas deslizan, siento la textura del dragón y gano velocidad. Hace frio. Un giro tímido para empezar y en la flexión siento el aliento que se acerca y noto como me sube el frio del dragón por debajo. Más velocidad, el dragón me acompaña y su aliento se mete por debajo del anorak. Fase final de la curva y se rompe la tensión superficial de la nieve explotando alrededor de mí y metiéndose hasta el ombligo. El aliento recorre mi cintura y los canales trango lo reparte por mí torso en espirales mientras los anillos trango se comprimen y me levantan la térmica. El polvo no me deja respirar por la nariz y noto presión en la garganta. Siguiente curva, más rápida, más polvo, más profundo. La cremallera se baja y libera mi garganta facilitando la respiración e incrementando la absorción de nieve por la parte superior del torso. Es una comunión con la nieve. La siento más por más sitios.
Pero no importa porque solo importa el siguiente giro, la siguiente curva, ir hacia la pendiente en una nube blanca y que nada se interponga. Y cuando digo nada me refiero al arva comprimido entre la espaldera y anorak clavándose en la 3 costilla. Me refiero a la nieve metiéndose a raudales por cuello y por cintura. También hablo del cablecito del mp3 que te salta porque va comprimido y la fricción hace que se mueva. Me refiero a eso y a las 7 piedras que te esperan un poco más allá y dejarán su impronta en la suela de tus amadas tablas. Y no olvido las cremalleras rotas que al final hacen que tus bolsillos estén llenos de ese aliento efímero.
Pero hoy, a pesar de buscar esquíes medio día, doy gracias por esta jornada. Y será esta la que me lleve en mente al verano que está por venir. Y allí en ese recuerdo estaréis los que hemos cabalgado juntos y buscado unidos. Gracias a todos.